(vía https://www.youtube.com/watch?v=I_Od0PJp6GI)
(vía https://www.youtube.com/watch?v=rnKbImRPhTE)
Todo lo que de yo quisiera de ti, son esas cosas cotidianas, el olor de tu cuerpo, saber lo qué piensas de cualquier cosa, de ti, de mí, de nuestro entorno. Que mires más allá de mi apariencia física, que me recuerdes con pasión, y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad. Julio Cortázar
¿Sabes eso de abrazar a alguien y sentir que el entrelazamiento es perfecto? Que no sobran las manos. que el tamaño de los brazos es el ideal, incluso la altura de los corazones se ajusta y parece que todo se resuelve en un latido. Pues algo así eres para mí: la compenetración perfecta, la cara de todas mis monedas y en quien pienso cuando alguien habla de suerte -qué sabran ellos de la suerte si no te conocen. Cómo explicarlo nunca me ha asustado llorar porque tú siempre estás. Eres todos los peros que pongo a mis miedos. Y si soy valiente es porque en cada paso que doy mi meñique va entrelazado al tuyo, y si me caigo siempre es sobre tus manos, y se está tan a gusto en ellas. Sí, la vida es complicada, a veces se pasa de triste, pero yo veo tus hoyuelos cuando sonríes así, como si trataras de llevarme a tus mejillas, y te juro que entiendo a los poetas cuando hablan de amor. Me quedo pensando qué diablos hace el mundo tan enfadado, tan ciego, por qué da tanto miedo enamorarse, cómo puede haber gente que prefiera caminar con la luz apagada, si sólo hay que abrir los ojos y verte para llenarse de luz y de la hostia la belleza que supone mirarte. Y luego, cuando te vas -que es cuando se puede mirar a otro sitio-, contemplo al cielo hacerte reverencias, a las aceras bailar al ritmo de tus pasos, a la mirada de la gente llenarse de brillo e interrogación -entiéndelos, verte es lo más parecido a soñar que se puede hacer con los ojos abiertos-, y a las sonrisas empañarse para escribirte “ojalá todas fueran como tú” en el vaho de tus huellas por si consigues que les mires de vuelta. En definitiva, contemplo al mundo enamorarse de ti, y el amor, es decir, la vida cobra sentido. A veces me gustaría salvarte de todo lo que hiere, fosilizar tus lágrimas y cortar el alma de todo aquel que se atreva a romperte. Pero, amor, es que eres tan guapa, hasta cuando te golpea la rabia y no entiendes qué pasa; es que es tan bonito verte levantar contemplarte sobrevivir y ver cómo te rescatas a ti misma; es que el universo tiene tanto que aprender de tus cicatrices y tu forma de sanar los daños que sería egoísta por mi parte privarles de tu parte frágil Porque, amor, la única verdad es que tienes los ojos más valientes del mundo y el mundo es más valiente cuando te mira a los ojos Y yo te quiero no porque siempre estés conmigo, para mí, y por mí, no porque sea imposible no hacerlo y se dispersen mil motivos, todos ciertos, por las manos al pensarlo, sino porque has nacido para que te quieran y yo he nacido para quererte con toda el alma y toda la piel, toda mi vida. - See more at: http://culturacolectiva.com/10-poemas-para-que-tu-pareja-sepa-cuanto-la-amas/#sthash.cfz1dDfs.dpuf
Irene - Elvira Sastre
(vía https://www.youtube.com/watch?v=0R6V524LeK8)
Altazor o Viaje en paracaídas. Canto II Mujer el mundo está amueblado por tus ojos Se hace más alto el cielo en tu presencia La tierra se prolonga de rosa en rosa Y el aire se prolonga de paloma en palo Al irte dejas una estrella en tu sitio Dejas caer tus luces como el barco que pasa Mientras te sigue mi canto embrujado Como una serpiente fiel y melancólica Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro ¿Qué combate se libra en el espacio? Esas lanzas de luz entre planetas Reflejo de armaduras despiadadas ¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso? En dónde estás triste noctámbula Dadora de infinito Que pasea en el bosque de los sueños Heme aquí perdido entre mares desiertos Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche Heme aquí en una torre de frío Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera Luminosa y desatada como los ríos de montaña ¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos? Te pregunto otra vez El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de flor Te hablan por mí las piedras aporreadas Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo Te habla por mí el color de los paisajes sin viento Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas Dormido en tu memoria Te habla por mí el arroyo descubierto La yerba sobreviviente atada a la aventura Aventura de luz y sangre de horizonte Sin más abrigo que una flor que se apaga
Vicente Huidobro
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad, porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos
Arthur Schopenhauer