la vida...
Altazor o Viaje en paracaídas. Canto II Mujer el mundo está amueblado por tus ojos Se hace más alto el cielo en tu presencia La tierra se prolonga de rosa en rosa Y el aire se prolonga de paloma en palo Al irte dejas una estrella en tu sitio Dejas caer tus luces como el barco que pasa Mientras te sigue mi canto embrujado Como una serpiente fiel y melancólica Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro ¿Qué combate se libra en el espacio? Esas lanzas de luz entre planetas Reflejo de armaduras despiadadas ¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso? En dónde estás triste noctámbula Dadora de infinito Que pasea en el bosque de los sueños Heme aquí perdido entre mares desiertos Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche Heme aquí en una torre de frío Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera Luminosa y desatada como los ríos de montaña ¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos? Te pregunto otra vez El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de flor Te hablan por mí las piedras aporreadas Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo Te habla por mí el color de los paisajes sin viento Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas Dormido en tu memoria Te habla por mí el arroyo descubierto La yerba sobreviviente atada a la aventura Aventura de luz y sangre de horizonte Sin más abrigo que una flor que se apaga
Vicente Huidobro
Aún más que con los labios Hablamos con los ojos; Con los labios hablamos de la tierra, Con los ojos del cielo y de nosotros.
Manuel Acuña
(vía https://www.youtube.com/watch?v=8j741TUIET0)
Espíritus de la Noche
Tu alma, en la tumba de piedra gris
estará a solas con sus tristes pensamientos.
Ningún ser humano te espiará
a la hora de tu secreto.
¡Permanece callado en esa soledad!
No estás completamente abandonado:
los espíritus de la muerte, en la vida, te buscan
y, en la muerte, te rodean.
Te cubrirán de sombras: ¡Permanece callado!
La noche, tan clara, se oscurecerá
y las estrellas no mirarán la tierra,
desde sus altísimos tronos en el cielo,
con su luz de esperanza para los mortales.
Pero sus globos rojos apagados,
en tu hastío, tendrán la forma
de un incendio y de un fiebre
que te poseerán para siempre.
De tu espíritu no podrás desechar las visiones,
que ahora no serán rocío sobre la hierba.
La brisa – el aliento de Dios – es silenciosa,
y la niebla sobre la colina,
oscura, muy oscura, pero inmaculada,
es un símbolo y una señal.
¡Como se extiende sobre los árboles
el misterio de los misterios.
Edgar Allan Poe
Habré de levantar la vasta vida que aún ahora es tu espejo: cada mañana habré de reconstruirla. Desde que te alejaste, cuántos lugares se han tornado vanos y sin sentido, iguales a luces en el día. Tardes que fueron nicho de tu imagen, músicas en que siempre me aguardabas, palabras de aquel tiempo, yo tendré que quebrarlas con mis manos. ¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un Sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada? Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde.
Ausencia - Jorge Luis Borges