Follow us @anxietyproblem
plena madrugada, las únicas almas en la calle eran las nuestras y el único sonido audible era mi agitada respiración. tu estabas justo al lado de un farol, la luz del mismo formaba un halo de luz en el suelo al que parecías temerle porque ni tus botas lo rozaban. todo en ti tenía un aspecto misterioso, imperceptible si no hubiese sido por tus ojos, unos ojos que conocía tan bien pero que, preso por la desesperación, olvidé. y aún así fui tan iluso como para acercarme, escucharte, creerte y caer.
toda la vida escuchando los regaños de madre "no hables ni te acerques a extraños, ten cuidado" y aún así no hice más que acudir a ti. un extraño que conocía tan bien.
admito que primero me asusté, el hecho de estar escapando y que de la nada te haya vislumbrado en la oscuridad no fue agradable, además escondido como estabas, cabizbajo no generaba confianza, así que iba a irme. lo pensé, realmente lo hice, a pesar de que lentamente te acercaste y me dijiste que no tema, que no huya, que no pasaba nada malo y que confiara en ti, estaba decidido a volver a casa pero no pude y jamás podré hacerlo otra vez. y todo porque me miraste
con esos ojos, negros como el carbón, que me atraparon, me ataron y me obligaron a perderme en ese agujero infinito del que claramente no hay salida, pero no lo vi. estaba tan hipnotizado que no me di cuenta de nada. no me di cuenta de quién eras ni de lo que escondías detrás de tu espalda.
mientras con tu voz, como una dulce melodía, continuabas diciendo lo que necesitaba oír y con tus ojos me encadenabas, me perdí. me permití respirar después de haber corrido por tanto tiempo, creí que todo había valido la pena, la desesperación, el dolor, todo el plan...al fin podría volver ver a mi familia a mis amigos, volver a mi vida normal pero tú tenías otros planes.
eso era todo lo que estaba pensando justo en el momento en el que sentí como algo se incrustaba en mi, más específicamente, la navaja que escondías detrás tuyo.
todo se detuvo y los ruidos cesaron mientras una lágrima caía por mi pómulo izquierdo al darme cuenta de todo.
te miré por primera vez en la noche y supe que no tenía posibilidades, que nadie iba a salvarme, que iba a morir. justo cuando empezaba a vivir volviste y me rompiste. me destruiste lentamente, sin piedad, a pesar de todo.
colocaste tu mano detrás de mi cabeza, como solías hacer cuando niños, sosteniéndola para que pudiera verte a los ojos mientras la vida se escapaba por mis labios. toda una vida reducida a tres suspiros de distancia del abandono, del fin.
fue en ese momento, en ese mismo instante en el que , lentamente, por primera vez en toda tu vida, sonreíste. creí que ese momento nunca llegaría porque eso fue por lo lo cual había luché para conseguir siempre y nunca pude. apesar de todos los juguetes, todas las bromas, todas las cosquillas y caras humillantes que hacía para hacerte sonreír pero no y pensé que no tenía sentido. que a pesar de haber compartido la vida juntos, a pesar de haberte cubrido siempre de mamá, a pesar de haber presenciado y ocultado todas las cosas que hiciste y a quienes...a pesar de haberme dado cuenta desde el primer momento haya decidido mentir y mentirme de tal manera. porque estamos conectados y siempre lo supe. no quería aceptarlo pero ya no importaba cuanto lo pensara. cuántas veces pensara y te viera, nunca tendrá sentido que siendo el monstruo que eres tengas ese rostro tan angelical, tan atrapante y mágico con el que montaste toda una obra maestra, nos usaste para tu gran jugada. ahora todo tiene sentido. la respuesta siempre estuvo delante de mis ojos y no fue cuando me desconecté de la realidad, del mundo, de la vida que me di cuenta cuál era la respuesta,
a solución a la gran incógnita es que tu rostro tan oscuro
tan bestial.
idéntico al mío.
jamás tendrá solución.
y la única forma era ésta.
acabar con tu igual.
liberarte al evaporarme.
así que te sonreí de vuelta, como un reflejo y me fui.
escapé con el viento, como ceniza, como si jamás hubiese existido.
desaparecí.
y te deje solo
como siempre.
game over
perdiste.
This has become my favorite project at the moment.
amigo no puede ser que me salga esto justo ahora después de publicar lo que dije jskskss es que lpm soy un desastre
Part 3! ✍️
Drawing BSD manga panels as anime screenshots.
This time - Jouno ✨🍓✨🍓✨🍓✨
He’s pretty cool.
Oops lol I flipped him by accident 😂
Maybe Teruko or Fyodor next..?
More Jouno Art: here and here
More art:. Blog Directory
< PREVIOUS | NEXT >
I relate with all lmao. I need help
Like or Reblog if you can relate to any of These!
JOIN THE INTROVERT NATION MOVEMENT
JOIN THE INTROVERT NATION FACEBOOK PAGE
JOIN THE INTROVERT NATION MOVEMENT
Hahahaaaa what a heck am I doing here🙃
(first time trying to "animate" something)
¿somos capaces de apreciar la belleza? o ¿solo al primer momento? si sigue estando no hay que dejarla de lado, de igual manera a veces se va, se aleja tanto que se pierde y no la volvemos a recordar. hasta que alguien lo muestra de nuevo pero nunca podemos invocarlo. o si pero no es mi caso, no puedo, no entiendo. no sé lo que es.
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste? No buscando una respuesta ni encontrando una certeza, sino la última vez que te escapaste de lo cotidiano y te detuviste. No por cansancio ni por desidia, sino porque sí. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y dejaste que todo a tu alrededor flotara? Como quien se anima a desconectar las cosas, a quitarles su carácter de utilidad, a sacarlas de la lógica del cálculo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que no sirviera para nada? Para nada ni para nadie, ya que las servidumbres se presentan de formas muy misteriosas. Algo que no fuese pensado desde la ganancia, el interés o el egoísmo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? No porque te convenía o porque lo necesitabas, o incluso porque lo querías; sino porque sí. O al revés: ¿cuándo fue la última vez que la casualidad hizo con vos algo? No algo productivo, ni profundo, ni siquiera algo en sentido estricto. ¿Cuándo fue la última vez que le diste un abrazo a alguien? No a tus seres queridos ni a personas conocidas, sino a “alguien”, no importa a quien. ¿Cuándo fue la última vez que diste? No importa qué. Un regalo no vale por lo que es, sino que vale en tanto regalo. Un regalo no vale. Un regalo no es. Se da y no vuelve. ¿Cuándo fue la última vez que te abriste? ¿O que no te cerraste? ¿O que demoliste tus puertas? ¿O que dejaste entrar al indigente? ¿O que ese otro irrumpió en vos y te llevó puesto? ¿Cuándo fue la última vez que recordaste? No cuando vence la factura de gas o la fecha del examen, sino que te recordaste como una trama, como una huella, como parte del relato en el que te ves inmerso, como el deseo de querer seguir narrándote. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Simplemente lloraste. De alegría, de tristeza, da igual. Llorar, como quien expresa en ese acto primitivo la existencia viva; como quien solicita, pide, ruega, pero no reclama, ni exige, ni cree merecer.¿Cuándo fue la última vez que te perdiste? No en esta calle o en este trabajo o con este proyecto compartido. Perderse, dejándose llevar por ese acontecimiento imprevisible, dejándolo ser. El mundo está repleto de carteles y señales. El mundo está lleno de héroes que te proponen un formato industrial del ser uno mismo y una carrera exitosa basada en el afianzamiento de lo que sos. No importa qué sos, sino abroquelarte en lo tuyo, o en los tuyos, y sobre todo erigir los muros que hacen del otro y de lo otro algo invisible. Por eso perderse, como quien pasea sin rumbo, o habla con una tortuga, o le pide perdón a un helado por comérselo. Como quien se baja del colectivo para caminar por esas calles extrañas, como quien encuentra una mirada que lo devuelve para adentro y cae en el abismo. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste miedo? No por lo que te pudiera pasar, sino por pensar que tal vez nunca no te pasara nada. ¿Cuándo fue la última vez que preferiste la nada al ser, un olor a un concepto, un insomnio a un ansiolítico, un árbol viejo a un ascensor? ¿Cuándo fue la última vez que te traicionaste, que te animaste, que transgrediste, que te lanzaste, que tuviste un sueño, que creíste, que descreíste, que te arrepentiste, que te afirmaste, que te cuestionaste, que soltaste lo propio y te abriste a la pregunta? ¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste?