te voy a dejar ir, voy a desenterrar tus manos de mis pulmones y voy a aprender a respirar de nuevo, no porque te odie, sino porque me lo debo
Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estoqueado en la mitad del patio.
Rayuela, Julio Cortázar
“Estoy donde debo estar. No antes. No después. Aquí. Ahora. Tengo todo lo que debo tener. Lo necesario. Lo que mi alma requiere para crecer. Lo acepto y lo agradezco.”
— Esu Emmanuel©️, I am where I should be. No before. No after. Here. Now. I have everything I must have; what is necessary, what my soul requires to grow. I accept it and I appreciate it.
hacer que mis sentimientos por ti dialogaran con la vida no fue problema. El señor tiempo se hizo cargo. Pero la cabeza, no es como muchos piensan. Ella me pide cuentas. Le gusta la rutina, y mi rutina era pensar en ti, tenerte en mí. ¿Dónde estás ahora? que no te siento, pero te pienso.
“El derecho de tenerla conmigo, de mirarla dormir, de penetrar en ella, de verla sonreír, de llamarla, de ser llamado, de tender mi mano en mitad del sueño y saberla ahí, de ver sus ojos, por Dios, cómo podré vivir sin ver sus ojos, pero también, cómo podría vivir viendo sus ojos y no tenerlos, no poder tildarlos al hacer un inventario de lo que es mío.”
— Mario Benedetti. Gracias por el fuego.
Ella era así, le gustaba jugar con fuego porque decía que sino moría de frío, aunque amaba el invierno. Corría a cada oportunidad que tenía; era fan de las escapadas sin despedidas, lo curioso es que ella era como un laberinto de esos en los que salir ya no es una opción. Tenía cierta fascinación por el arte, —pero ella era el arte mismo—, leía poesía cuando nadie la veía y escuchaba la música que quería. Siempre sonreía, aun cuando por dentro estaba en ruinas; por eso casi nadie sabía de sus batallas, mucho menos de sus demonios. Pero así era ella, tremendamente enigmática, lo suficientemente adictiva como para escribirle una poesía como esta. Ella era así; Y.
empowered women, empower women 🌸
never forget the badass women that came before us; mothers, daughters, sisters, grandmas, aunts, friends, humans, women.
happy international women's day 💞
Last(?) gifset of Melanie Cavill for the season. I’m not going to call her evil anymore. She was the hero of the show, I can see that now. ;)
“A veces nos topamos con personas que nos gustan. Sí, nos gustan mucho. Y no por el hecho de que nos gusten vamos a pensar en ellos como próximos amantes y nuevos novios. Simplemente nos gustan. Sí, nos gustan mucho. Y sí por ello vamos a pensar en ellos como aliados, o compinches, o colegas. ¿Por qué añadirle una etiqueta al futuro que desconocemos? Un socio, un amigo, un compañero… un algo. Puede que quizás en una semana como en dos meses… se convierta en otra cosa, tampoco voy a negarlo; pero puede también que se que se diluya, llevándose tras de sí, toda esa atracción primera, convertida en un mero número de teléfono y una copa de vino a medias. Simplemente nos gustan. Y sí, existen personas que me gustan, y mucho. No pienso en acostarme con ellas o prometerles un amor eterno. No, de momento. Tampoco confirmo ni desmiento que en un azar termine compartiendo unas sábanas y un grito mudo de placer contra una pared. No me aventuro a descifrar los porvenires. Me conformo con conocerles, evadirme, jugar y cortejarles. Vivirlos. Aprender de ellos. Conocer nuevas fórmulas, nuevos guiños y alguna que otra anécdota. Y me gustan. Me gustan mucho. Y me gustas. Me gustas mucho. Así que apresúrate, sígueme el juego y actúa como si me conocieras. No rompas esa magia. Sé mi nuevo confidente. Olvídate de las esperas.”
— Alejandra G Remón
El lenguaje silencioso engendra fuego. El silencio se propaga, el silencio es fuego.
Era preciso decir acerca del agua o simplemente apenas nombrarla, de modo de atraerse la palabra agua para que apague las llamas del silencio.
Porque no cantó, su sombra canta. Donde una vez sus ojos hechizaron mi infancia, el silencio al rojo rueda como un sol.
En el corazón de la palabra lo alcanzaron; y yo no puedo narrar el espacio ausente creado por sus ojos.
Alejandra Pizarnik De «El infierno musical» (1971)
Imagen: Candid Lang